CLAVES PARA COMPRENDER LA EVOLUCIÓN, POR JUAN LUIS ARSUAGA

CUANDO LA MATERIA DE DISUELVE COMO ESPEJISMO, ¿QUÉ NOS QUEDA? ¡DIOS! ¿Niega el cristianismo la evolución? ¡En forma alguna! De hecho, la teoría de la evolución confirma lo que La Biblia establece. Lógicamente, primero hay que entender que La Biblia está escrita en clave simbólica. Así, las convenciones humanas, creadas por nosotros, los hombres, para organizarnos, no rigen para Dios. La ciencia es un regalo de Dios. Lo que no lo es, es la soberbia de quienes se consideran por encima de Dios o ajenos a Dios. La Biblia nos habla de la evolución y los cambios, productos de la degradación y el pecado. Darwin y otros naturalistas, genetistas y científicos encuentran los indicadores materiales de estos cambios y proponen explicaciones que nos ayuden a entender cómo acontecieron. Ensayar explicaciones es sano, siempre y cuando entendamos que son eso, explicaciones, modelos. Otra cosa es negar a Dios, ensorbeserce y adorar su propio “conocimiento”, en vez de humildemente reconocer que nos queda mucho por saber y entender. Cuando avanzamos, la materia se desvanece y queda la energía. Nos damos cuenta de que somos víctimas de una ilusión de los sentidos. El misterio se abre ante nosotros y sólo nos queda DIOS:

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